camina por un jardín de instantes
bajo sus pies, reverbera el latido del hambre
un destello desaparece apenas siente el tanteo
y sin dictado
al capricho de una nube
ella apoya los ojos
se deja llevar
por uno
un solo instante
ese
y en ese mínimo espacio
descansa de todo
acaricia su inercia
se disculpa
envuelve el mundo
en lágrimas de seda.
1 comentario:
me cacho en tu prosa
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