viernes, 20 de noviembre de 2009

dulce espera

tengo un amigo que los jueves me espera y sabe que a mí no me gusta esperar. sabe que le improviso peras al olmo, que lleno los silencios con palabras de goma, que armo puentes sin orillas donde hay abismos. sabe que me escapo dejando miguitas en el camino para poder volver y también sabe que cuando falta una pieza pataleo en el aire. él no se asusta fácilmente, se sacude las palabras como si fueran caspa, desmantela construcciones prolijamente monstruosas con una birome y una servilleta. sin agitarse, le sacude el humo a la frase, que ahora respira y muestra su volumen. cuando mi amigo saca la birome, sé que todo lo que se puede decir entra en un papelito. me reconforta saber que hasta el pozo más hondo cabe en una línea trazada con tranquilidad y descaro.
a mí no me gusta esperar. el aire se me comprime. me convierto en un animal anfibio que no sabe vivir en ninguno de los dos mundos. ya lo dije de todas las formas posibles. no le saco el jugo a la masticación, apuro el bocado y me atraganto. no pongo las cosas entre paréntesis, las saco a patadas para que se aireen afuera. bla bla bla. escucha. bla ble bli. él escucha. blu blu blu. hace un dibujito y sanseacabó.
yo cumplo años y la computadora se pone cada vez más lenta, me hace esperar. las famosas barras de progreso se hacen interminables. como si eso fuera progresar. como si las cosas realmente empezaran y terminaran. miro la barrita, la apuro con un golpe de vista. no me banco esa barra.
te hago la espera más dulce, dice mi amigo. plim plam
plum. y me hace este dibujito.

jueves, 5 de noviembre de 2009

afuera

no hay que estar a la altura de las extensiones, me dijo una mujer sobre otra mujer que no estaba arriba de esa pero que sólo podía apoyarse a diez centímetros de sus pies y me pregunto si ella no se extiende también como todas las personas que se estiran se tiran se elevan a la qué y después pasa lo de la pasta dentífrica no podemos volver a meterla en el tubo eso de extenderse tiene sus riesgos y no porque si mi abuela tuviera ruedas sería un tranvía sino porque es matemáticamente imposible estar en dos sueños al mismo tiempo, ahora que lo decís la asombrosa concatenación de circunstancias que te lleva a creer que el amor es la respuesta a todo es la misma que te lleva a decir que nunca te prometí un jardín de rosas entonces sin solución de continuidad el pelo las uñas los tacos las pestañas se extienden cuando el lugar de donde salen está tan apretado que miren miren cabeza dedos pies ojos hablan ahora el idioma de los rascacielos los árboles no entienden y como árboles que somos no nos podamos tanto y no porque no podamos sino porque ya nadie mira con cariño la intersección de los diagramas de benn y los carteles dicen que hay que proliferar que si pedís un kilo mejor te dan dos me dan miedo las personas que no quieren ir a tomar un helado en vasito confieso que a mí me llega la hermosura sin prolongador me convoca el detalle corto no por lo sano sino portá(c)til.
estar a tiro de las extensiones es no entender que la belleza está en los bordes genuinos adoro el momento en que no estás a la altura no me explicás los alcances te plantás en el brote.